lunes, 3 de octubre de 2011

Calle de la Desolación.

Vivo en una calle donde pasan cosas muy extrañas. Ayer pasó Einstein, no recordaba que le había pasado, solamente que se había ido con una rubia, una tal Marilyn Monroe. Pero es que es curioso, en esa calle siempre es de noche. Pasaron hace mucho tiempo unos indígenas, tenían a Colón. Les pregunté porqué lo llevaban atado con una correa al cuello, me respondieron que si no sabía su historia, mejor que me callara. Vivo en una calle, no tiene nombre, solo sé que todo el mundo la llama la Calle de la Desolación. El salón de belleza de mi calle, está siempre inundado de poderosos terratenientes. Hay un vagabundo tirado siempre en mi portal, con unos cartones, se llama Robin Hood, siempre le está pidiendo dinero a los poderosos. Lorca y Machado suspiran desde sus ventanas, no saben rimar. Alguien toca el violín, lo escucho desde mi ventana mientras me fumo un cigarrillo con un buen whisky donde nadan peces de hielo. ¡¿Pero mirad a quién tenemos por ahí abajo?! El Sr. Rockefeller está gorroneando un cigarillo a pobre Hood. ¡Oh, qué horror!. Esto solo ocurre en mi calle, en la Calle de la Desolación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario